La Casa de la Tía Aura: la leyenda más escalofriante que cobra vida en Guanajuato

En una ciudad donde cada rincón parece susurrar historias antiguas, hay una casona que sigue despertando el miedo y la fascinación de quienes se atreven a cruzar su puerta: La Casa de la Tía Aura, uno de los museos vivenciales más emblemáticos y estremecedores de Guanajuato Capital.

Ubicada en Paseo de la Presa 62, esta construcción del siglo XIX conserva su arquitectura original y, desde 1999, se ha transformado en un recorrido escénico que combina historia, leyenda y ambientación teatral para transportar al visitante al corazón del México decimonónico. Su fama crece especialmente durante el Día de Muertos, cuando la atmósfera de la ciudad y los ecos del pasado parecen cobrar nueva vida.

La leyenda de la Tía Aura se remonta a 1840. Se dice que Aura, una mujer adinerada originaria de Cádiz, España, llegó a Guanajuato para habitar la casona construida por su familia. Alegre y generosa, pronto se ganó el cariño de los vecinos. Pero su repentina muerte marcó el inicio de una serie de tragedias que envolvieron a la casa en un halo de misterio que perdura hasta hoy.

El museo cuenta con ocho salas donde se representan los pasajes más oscuros de esta historia, valiéndose de efectos de sonido, luces, figuras mecánicas y narraciones que estremecen incluso a los más escépticos. Cada habitación está ambientada con mobiliario original y objetos coloniales, lo que acentúa la sensación de estar dentro de un relato que se niega a morir.

Entre los episodios más inquietantes destacan el encierro de Cristina, la hija mayor, emparedada por un amor prohibido; el asesinato de Carlota, la hija menor, a manos de su esposo; y la presencia fantasmal de la propia Tía Aura, que, según cuentan, aún deambula por los pasillos al caer la noche.

Uno de los espacios más sobrecogedores es la Sala de la Inquisición, donde se exhiben réplicas de instrumentos de tortura como el potro, grilletes y jaulas colgantes. Aunque no forman parte directa de la leyenda, estos objetos ofrecen una mirada al oscuro trasfondo histórico de la época.

En el sótano, los visitantes enfrentan la escena más perturbadora del recorrido: el encierro de Cristina. La humedad, la penumbra y los sonidos envolventes crean una atmósfera tan densa que muchos aseguran sentir presencias inexplicables. Por su parte, la cocina conserva utensilios y una estufa de carbón que parecen esperar el regreso de los antiguos moradores, mientras que el baño principal revive el trágico asesinato de Carlota con una antigua tina, un espejo cubierto de polvo y luces rojas que simulan la tragedia.

Más allá del terror, La Casa de la Tía Aura es también un ejercicio de memoria histórica que permite conocer cómo se vivía en el siglo XIX, ofreciendo una mezcla única de aprendizaje, dramatización y leyenda popular.

Quienes deseen adentrarse en esta experiencia pueden consultar más información en el sitio oficial: www.casadetiaaura.com

 

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